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La Marina, un paraíso costero bañado por las cálidas aguas del mar Mediterráneo, se encuentra emplazada estratégicamente en la espléndida costa levantina de España. Rodeada por las encantadoras localidades de Santa Pola y Guardamar, y con una ubicación privilegiada a escasos 15 Km. del aeropuerto de Altet y a unos 170 Km. del de Manises en Valencia, este rincón paradisíaco se convierte en un auténtico oasis accesible desde cualquier rincón del mundo.
Su privilegiada situación geográfica en plena naturaleza hace de La Marina un lugar ideal para gozar de estancias inolvidables, ya sea bajo el cálido sol veraniego o envuelto en la serenidad del invierno. Con más de 12 Km. de playas de fina arena dorada que acarician las orillas del mar, cada rincón de este destino regala momentos de relax, aventura y contemplación.
Las playas de La Marina se presentan como un verdadero tesoro que acoge a los visitantes con su abanico de opciones para todos los gustos. Al norte, cerca del bucólico núcleo rural de L'Altet, tres joyas costeras se despliegan en todo su esplendor. L'Altet Playa, con su amplia extensión de dunas, acoge al viajero en un escenario natural de ensueño, mientras que los Arenales del Sol, un próspero centro turístico, seduce con sus infraestructuras de primer nivel. A continuación, la playa de El Carabassi, un paraíso libre entre dunas y pinos al pie de la majestuosa Sierra de Santa Pola, invita a dejarse llevar por la autenticidad del entorno.
En contraste, hacia el sur de La Marina, se encuentran las playas de El Pinet, La Marina Playa y El Rebollo, verdaderos remansos de paz naturales. Rodeadas de dunas y frondosas pinadas, estas playas exquisitas seducen con su serenidad, acogiendo a los visitantes con un ambiente apacible y tradicional. Aquí, la hospitalidad de los lugareños y la encantadora hostelería familiar ofrecen una experiencia única para los amantes del camping y las excursiones en contacto directo con la naturaleza.
Pero el tesoro natural de La Marina no se detiene en sus playas. Entre los atractivos más notables, las Salinas de Santa Pola emergen como un paisaje único, rebosante de belleza y luminosidad. Con sus orígenes que se remontan a la época romana y su explotación moderna que floreció en el siglo XIX, las Salinas crean un entorno mágico que se extiende por 2470 hectáreas. Este parque natural comprende explotaciones salineras, charcas de agua dulce y salada, dunas y playas, ofreciendo un refugio seguro para una multitud de aves, como la elegante Avoceta, la esbelta Cigüeñuela, el curioso Chorlitejo y el majestuoso Flamenco, entre otras especies.
Dentro del núcleo de La Marina, un patrimonio histórico se erige con orgullo: L'Església de Sant Francesc d'Assís, una iglesia de incomparable belleza construida a finales del siglo XIX para sustituir a una antigua capilla. A lo largo de su existencia, esta joya arquitectónica vivió momentos turbulentos durante la Guerra Civil, siendo saqueada y transformada en una caserna antes de ser restaurada en su esplendor original. Actualmente, la iglesia cuenta con una sola nave y capillas laterales, donde un altar cerámico resguarda la imagen del Cristo Crucificado, junto con las representaciones de los venerados patronos de La Marina, Sant Francesc d'Assís y la Mare de Déu del Roser.
No obstante, si hay un momento del año en que La Marina estalla de vida y color, es durante las Festes, las celebraciones patronales que tienen lugar a finales de septiembre y principios de octubre en honor a Sant Francesc d'Assís y la Mare de Déu del Roser. Durante estas festividades, la atmósfera se impregna de música festiva con la contagiosa xaranga, mientras la comunidad se une en una emocionante procesión para rendir homenaje a sus queridos patrones. Y cuando la noche cae, el cielo se ilumina con deslumbrantes espectáculos pirotécnicos, dejando a todos maravillados y sumergidos en un éxtasis de alegría compartida.
La playa de La Marina, con sus 1500 metros de largo y 20 metros de ancho, se convierte en el epicentro de la diversión y el descanso en esta hermosa localidad. Atrayendo a los veraneantes con su ambiente semiurbano, parte de la playa se mezcla con edificaciones que crean un telón de fondo urbano, mientras que otra parte se rodea de una exuberante pinada, proporcionando sombra y frescura natural. Con la prestigiosa bandera azul ondeando con orgullo, la playa garantiza un entorno seguro y cómodo para todos, con servicios de vigilancia marítima y opciones de alquiler de hamacas y sombrillas para los que buscan la máxima comodidad.
Y para aquellos que ansían una dosis extra de emoción, La Marina ofrece una estación náutica para practicar una amplia variedad de deportes acuáticos. Desde el bullicio del esquí acuático hasta la elegancia del windsurf, las aguas del Mediterráneo son el escenario perfecto para desatar la aventura y la diversión.
A pocos metros al norte de La Marina, otra joya playera espera ser descubierta: la playa del Pinet. Con una atmósfera que irradia tradición y encanto, esta playa es un remanso de tranquilidad. Casitas pintorescas, restaurantes acogedores y dos hostales situados en la misma arena de la playa crean una estampa inolvidable que invita a dejarse llevar por la esencia más auténtica de este entorno costero.
La Marina, con su combinación perfecta de playas paradisíacas, naturaleza exuberante, patrimonio histórico y festividades enérgicas, se convierte en un destino atractivo y emocionante para los viajeros de todo el mundo. Aquí, cada estación del año se funde en una sucesión de experiencias únicas, regalando memorias imborrables y llevando consigo la promesa de un retorno siempre deseado. Ven a descubrir La Marina y déjate cautivar por la belleza inigualable de este rincón escondido en la costa levantina de España.