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Enclavada en el corazón de la Comunidad Valenciana, en la serena provincia de Alicante, se encuentra La Nucía, un rincón de encanto que despierta admiración por su hermoso entorno y su rica cultura. Anidado en la comarca de la Marina Baixa, este pintoresco pueblo se alza como un tesoro escondido entre montañas y el mar, ofreciendo una experiencia única para quienes buscan conectar con la tradición y sumergirse en un ambiente festivo.

Al adentrarse en La Nucía, la visión de casitas blancas salpicando las colinas dibuja un cuadro de tranquilidad. La comunidad parece vivir en un estado perpetuo de bienvenida, y cada domingo, la vida bulle en las calles gracias al Rastro, un mercado de antigüedades y tesoros ocultos que atrae a los cazadores de gangas y coleccionistas en busca de piezas únicas. Pasear por las calles adoquinadas es una invitación a explorar su casco histórico, a dejarse llevar por la historia y a maravillarse con las ermitas que guardan secretos de tiempos pasados.

Las festividades en La Nucía son el corazón palpitante de su identidad. San Vicente, patrón del pueblo, es honrado con una celebración vibrante que sigue al lunes de Pascua. Bailes folclóricos, carreras y música en vivo llenan el aire en la ermita de San Vicente, un rincón de esplendor natural en el Captivador. Las fiestas mayores en agosto, del 14 al 18, traen consigo una explosión de alegría mientras las "penyas" colaboran en la organización de desfiles, pasacalles y festividades disfrazadas, llenando las calles de colores y sonrisas. San Rafael también tiene su lugar en las festividades, con una subasta peculiar en noviembre y la escenificación de La Pasión en Semana Santa, acompañada de un festival deportivo y actividades para todas las edades. El 9 de julio, el Día de La Nucía, da paso a un mercado medieval animado y al popular rastro dominical, que convoca a la comunidad y a los visitantes por igual.

En cada rincón de La Nucía se respira historia y belleza natural. Desde la Font de la Favara con su paisaje idílico y cascada, hasta las ermitas que atesoran la esencia de la religiosidad local, el pueblo invita a explorar y descubrir. La Red de Senderos del Captivador ofrece aventuras a aquellos que desean adentrarse en la naturaleza, mientras que la oferta de multiaventura brinda oportunidades emocionantes para los más audaces.

La Nucía no solo es un remanso de paz y tradición, sino también una elegante zona residencial. Sus 69 urbanizaciones albergan a residentes nacionales y extranjeros a lo largo de todo el año, manteniendo vivas las costumbres y la esencia del pueblo. El paisaje se tiñe de verde, con pinos y frutales que se despliegan en las laderas, mientras montañas como Aixortá y Aitana la protegen de los vientos del norte, otorgándole un clima suave y agradable. Los domingos, un rastro impresionante cobra vida con vendedores que despliegan sus tesoros usados, y este evento se convierte en una oportunidad única para explorar las calles, adentrarse en el antiguo lavadero y contemplar las casas blancas que siguen conservando la esencia de un pueblo amante de su patrimonio.

El recorrido por el casco antiguo de La Nucía es una travesía a través del tiempo y la cultura. Desde la Font de la Favara hasta el Llavador (lavadero), desde la Plaza Mayor hasta la imponente iglesia de la Purísima Concepción, cada rincón cuenta su propia historia. El Portal de Sant Vicent y la calle Mayor conducen a la plaza Almàssera, mientras que el mirador de Porvilla regala vistas impresionantes de la huerta de La Nucía y la bahía de Altea. La ermita de Sant Rafael y el Calvario evocan la devoción religiosa, mientras que el Auditori del Mediterrani brinda una inmersión en el mundo cultural.

La ubicación geográfica estratégica de La Nucía es una puerta de entrada a un mundo de descubrimientos. Benidorm, el vibrante epicentro turístico, y Altea, con su encanto costero, están a un paso. Los parques temáticos Terra Mítica, Aqua Natura, Aqualandia y Mundomar ofrecen diversión y emoción, mientras que el parque natural de la Sierra Helada invita a los amantes de la naturaleza a explorar paisajes asombrosos. Incluso la capital de la provincia, Alicante, se encuentra a tan solo 50 kilómetros de distancia, permitiendo que los visitantes se sumerjan en la vida urbana y cultural.

La Nucía es una joya que brilla con su propia luz en la corona de Alicante. Una mezcla perfecta de tradición arraigada, belleza natural y festividades enérgicas crea una experiencia única para cada visitante. Desde el esplendor de sus paisajes hasta la autenticidad de sus calles empedradas, este encantador pueblo te invita a sumergirte en su rica historia y a dejarte llevar por su espíritu festivo. Una visita a La Nucía es un viaje a través del tiempo y la cultura, una oportunidad para conectar con la esencia de la región de Alicante de una manera que te dejará con recuerdos imborrables.